¿Cómo bajar la fiebre de mi perro?

Seguramente sospechas que tiene fiebre porque notas que su nariz está muy caliente, está débil o incluso letárgico, o tiene escalofríos. Si puedes, verifica que realmente tiene fiebre tomando la temperatura con un termómetro por vía rectal. En un perro consideramos que tiene una temperatura elevada a partir de los 39,5 grados. Si son más de 41, se trata de una urgencia.

Nunca le des medicación a tu perro que no haya sido prescrita. Si, como decíamos, es imposible acercarlo a un veterinario, puedes intentar refrescarlo así: 

• 1. Usa una toalla húmeda o una esponja: cubre a tu perro con la toalla y déjalo envuelto durante unos minutos. También puedes pasarle una esponja mojada por la piel del abdomen, axilas e ingles.
• 2. Mantenlo hidratado: que no le falte agua en algún momento, la hidratación es fundamental. Si no bebe, puedes incluso dársela con una jeringa o intentar que beba caldos. No lo alimentes con pienso, mejor dale comida húmeda.

No parece recomendable, aunque lo verás en algunos blogs, darle baños de agua fría o ponerle bolsas de hielo. Recuerda que estamos hablando de cosas muy puntuales, hasta que puedas llevarlo al veterinario. 

La fiebre es un proceso natural, que señala que algo no va bien. 

Una acción demasiado drástica puede bajar la temperatura de golpe, enmascarar los síntomas y dificultar el diagnóstico. Así que no trates de bajar la fiebre por tu cuenta.

De hecho, un veterinario solo recomendará acciones específicas para bajar la fiebre cuando considere que es muy alta y persistente, y suponga un riesgo claro para su salud. Si no, tratando el origen, la fiebre debería bajar en pocos días.