¿Cómo bañar a mi perro?


Perro con champú bañándose en casa

Escrito por Elena Fernández

Bañar a un perro en casa puede ser una experiencia positiva tanto para ti como para tu mascota si se hace correctamente. Pero ¿cómo hacerlo? ¿Con qué frecuencia? ¿Qué hacer si no le gusta que lo bañes?

Cuándo bañar a tu perro: la frecuencia

La frecuencia de baño depende del tipo de pelaje y la actividad del perro. En general, se recomienda bañar a un perro una vez al mes. Sin embargo, algunos perros pueden necesitar baños más frecuentes, especialmente si pasan mucho tiempo al aire libre o tienen piel grasa. Consulta con tu veterinario para determinar la frecuencia adecuada para tu perro.

Pero, cuidado, si tu perro tiene una afección de la piel o está bajo tratamiento médico, es posible que necesite baños más frecuentes o específicos con productos recomendados por tu veterinario.

Rutina para bañar a un perro en casa

Asegúrate de tener todo lo necesario antes de comenzar, porque si ya tienes a tu peludo en la ducha y tienes que salir porque te falta algo…es posible que salga corriendo detrás de ti y moje toda la casa.

Qué necesitas: champú para perros (aquí puedes ver una selección de los mejores, toallas, un cepillo, algodón para los oídos (para evitar 

que entre agua, y si es posible, un cepillo de dientes para perros.

Temperatura del agua: tibia, no demasiado caliente ni demasiado fría.

Mojado y enjabonado: empapa bien a tu perro con agua tibia y aplica el champú, masajea suavemente para que penetre en su pelaje. Evita el contacto con los ojos y los oídos.

Enjuague completo: asegúrate de retirar todo el champú enjuagando con agua abundante. Los residuos pueden irritarle la piel. No uses suavizantes ni productos para humanos. 

Secado: usa una toalla para secar a tu perro después del baño. Si tu perro tolera el ruido, puedes usar un secador de pelo en una configuración baja y a una distancia segura para evitar quemaduras. Vigila que no quede humedad en los pliegues de la piel

¿Y si a tu perro no le gusta bañarse?

Asegúrate de tener todo lo necesario antes de comenzar, porque si ya tienes a tu peludo en la ducha y tienes que salir porque te falta algo…es posible que salga corriendo detrás de ti y moje toda la casa.

Pues vete poco a poco. Comienza con sesiones cortas y dale premios para hacerlo sentir cómodo. También puedes bañarlo con uno de sus juguetes favoritos para mantenerlo calmado.

Si asocia el baño con algo positivo, lo considerará una experiencia agradable y divertida.

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Sobre la autora:

Elena Fernández

Loca de los gatos y de cualquier bicho viviente. De hecho, si pudiera tendría un zoo (de los éticos, claro). Me dedico a bucear en internet para encontrar trucos, productos y servicios para que humanos y animales convivamos felices.

Declaración: si bien realizamos una minuciosa investigación para asegurarnos de que el contenido que ofrecemos es preciso y veraz, ten en cuenta que este artículo es meramente informativo, y en ningún caso se debe interpretar como diagnóstico o consejo veterinario. Asimismo te recomendamos que, en todo tema relacionado con la salud de tu peludo, consultes siempre con tu veterinario y confíes en su consejo.